El bruxismo es el apretamiento y rechinamiento de los dientes, que es involuntario (inconsciente) y ocurre especialmente al dormir. Provoca desgaste de los dientes, retracción de las encías y por ende sensibilidad dentaria. También dolor de cabeza y contractura muscular. El tratamiento se realiza con placas miorrelajantes que no cura esta patología, pero que trae mucho alivio a la articulación temporomandibular, relaja la musculatura y evita lesionar los dientes.
Se pueden aplicar pequeñas inyecciones de botox en los músculos encargados de mover la mandíbula, lo que consigue disminuir los movimientos involuntarios sin afectar la masticación. Es un procedimiento ambulatorio, no invasivo y el paciente puede continuar con su vida después de la aplicación. Los efectos tienen una duración de 8 a 12 meses.